Después de comer, damos por finalizada la visita a Barcelona y comenzamos nuestro regreso a los distintos lugares de origen. Lo hacemos por la Gran Vía de las Cortes Catalanas y dejamos atrás la Plaza de España
La Plaza de España de Barcelona (Plaça d'Espanya en catalán) es una de las más significativas de la capital catalana. Fue construida durante la Exposición Internacional de 1929, según un proyecto elaborado por Josep Puig i Cadafalch y Guillem Busquets y finalizado por Antoni Darder.
En la plaza se construyeron los hoteles de la exposición, obra de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, de los que sólo queda en pie el situado entre la Gran Vía y la calle Creu Coberta, actualmente destinado al CEIP "Francesc Macià" y al Instituto Municipal de Educación. En el acceso de la plaza que conduce a la Avenida de la Reina María Cristina se situaron dos altas torres en forma de "campaniles", inspirados en los de San Marcos de Venecia, obra de Ramon Reventós.
En el centro de la plaza –donde anteriormente se encontraba la cruz de término de la ciudad en la antigua carretera de Madrid– figura una fuente monumental diseñada por Josep Maria Jujol, con una ornamentada decoración escultórica obra de Miquel Blay y los hermanos Miquel y Llucià Oslé. De inspiración clásica, el sentido iconográfico de la obra representa una alegoría poética a España: sobre un estanque de planta triangular se sitúa un edículo con tres nichos con grupos escultóricos que simbolizan los ríos que desembocan en los tres mares que rodean la Península Ibérica, el Ebro (Mediterráneo), el Guadalquivir y el Tajo (Atlántico) y unas figuras de adolescentes para los ríos del Mar Cantábrico, obra de Blay; en los vértices del estanque se sitúan tres grupos que representan los frutos y dones de las aguas: la Abundancia, la Salud Pública y la Pesca y la Navegación, obra de los hermanos Oslé; alrededor del cuerpo central se sitúan tres columnas con diversas figuras y emblemas que simbolizan la Religión (una cruz con Ramon Llull, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola), el Heroísmo (una espada con Don Pelayo, Jaime I de Aragón e Isabel la Católica), y las Artes (un libro con Ausiàs March y Miguel de Cervantes); remata la obra un pebetero de fuego con tres Victorias, obra en bronce del escultor Tomàs Llovet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario