El edificio consta del templo y el claustro perfectamente unidos por un mismo estilo. La catedral mide 90 metros de longitud por 40 de ancho y el jardín del claustro es de 25 metros por lado por seis de anchura de cada galería de las cuatro que lo rodean. La catedral está formada por tres naves de la misma altura, la central el doble de ancho que las laterales; desde el falso crucero las circulares se unen en girola, pasando por detrás del presbiterio y formando un arco semicircular, donde se alojan nueve capillas cubiertas por arcos ojivales de cuatro tramos y por encima de estas capillas se encuentran los vitrales góticos que llenan de luz el ábside. Hay una galería en forma de U que está por encima de las capillas laterales y sobre esta galería y las capillas radiales de la girola dando la vuelta a toda la nave central hay un falso triforio, desde donde se pueden ver las claves de bóveda a una distancia de nada de nada En las naves laterales hay otras 17 capillas, cubiertas por ojivas de seis tramos, con arcos apuntados en cada entrada; hay dos capillas colocadas entre cada contrafuerte con proyección interior. A estas capillas se ha de unir la capilla de Santa Lucía con entrada desde el exterior.
La sardana es una danza en grupo y en círculo, que se baila en Cataluña y Andorra. Los participantes se cogen de las manos por parejas, entendiendo como pareja un hombre que coge con la mano derecha a una mujer, que resulta por lo tanto en un patrón alterno de hombre-mujer-hombre-mujer. Por lo que se refiere a la longitud de una sardana, hay sardanas de 7 y de 10 "tirades", que tienen unas estructuras definidas de pasos "curts" (cortos) y "llargs" (largos). Una variedad menos usual es la sardana revessa, una sardana donde es muy difícil encontrar el tiraje (número de compases que tiene la música) por lo que un miembro del grupo lo calcula a partir de peños motivos musicales y sus diferencias. Parte del éxito de la sardana como danza social radica en su carácter de danza abierta que admite un número altamente variable de parejas y que, al menos a nivel público, no requiere especiales condiciones físicas para su práctica, aunque no es así cuando se trata del "Bàsic d'Honor", la competición de sardanas nacional de Cataluña.
Comenzó a resurgir tras varios siglos en las comarcas del norte de Cataluña, específicamente en la zona que va del Rosellón a La Selva, pasando por Ampurdán, que era donde tenía más arraigo y fuerza. Su popularidad y extensión crecieron considerablemente en las últimas décadas del siglo XIX. Aunque el momento de su aparición permanece desconocido, existen testimonios de su popularidad desde el siglo XVI. La composición de la cobla y la coreografía actual de la danza fueron fijadas y unificadas en el siglo XIX, aunque persisten variantes y usos locales. Algunos expertos teorizan que la sardana tiene dos mil años de antigüedad, pero estas teorías tienen hoy en día pocos adeptos.
El origen de la sardana o bailes similares que existen por media Europa es desconocido. Su forma, la manera de bailarla, el hecho de cogerse de las manos, denotan, según algunos autores, una antigüedad que se puede remontar a épocas prerromanas. Por eso son tan abundantes las leyendas que fijan su principio en la antigua Grecia, donde las danzas circulares, dándose las manos, ya se estilaban, según se desprende de algunas representaciones escultóricas.
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